México es la ciudad con más tráfico en el mundo, ya que alcanza un pico de congestionamiento vial de 59% y hasta un 103% durante las tardes, este problema es uno de los principales factores causantes de los altos niveles de contaminación, y según expertos en transporte, en pocos años podría llegar a ocurrir un colapso vial a falta de movilidad.
Por otra parte, las aglomeraciones en el transporte público a diario se padecen por millones de personas a causa de la falta de organización y formalidad en el desarrollo de obras, y lo que podría parecer una alternativa a la problemática del tránsito en la ciudad, resulta ser otro obstáculo.
Ante estas dificultades, investigadores del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM (IIMAS) crearon desarrollos de vida artificial. “Definir la vida artificial es hablar de tecnología viva, de la construcción de sistemas que puedan aprender de sí mismos, porque la mejor manera de entender un fenómeno es crearlo”, señaló Carlos Gershenson García del IIMAS en una conferencia de prensa.
En ciudades como Bruselas y Nueva York, este sistema ya es aplicado para agilizar el tráfico en zonas aglomeradas.
Se trata de dos prototipos en proyectos de regulación de transporte en la Ciudad de México: semáforos auto-organizantes capaces de controlar el tráfico en zonas congestionadas, al decidir si marcan el alto o el siga en un crucero; y un sistema basado en la organización de las hormigas para agilizar la movilidad en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
Semáforos auto-organizantes
Este desarrollo se basa en el uso de semáforos cuyo sistema consta de un algoritmo de seis reglas y simulaciones por computadora, logrando que el semáforo analice el flujo de vehículos y evalúe el número de estos y su velocidad en una zona específica, siendo capaz de decidir si marca el alto o el siga.
Este proyecto fue hecho público por la UNAM desde 2011, hasta ahora solo se espera la autorización de recursos por parte del Conacyt para su aplicación.
Se estima que con el uso de estos semáforos se reduzca en un 50% el tiempo de traslado, en un 25% las emisiones contaminantes y se economice el combustible equivalente a 10 líneas de Metrobús, explicó Gershenson.
Agilización en el servicio del Metro
Esta propuesta basada en el sistema de comunicación de las hormigas tiene como objetivo agilizar el ascenso y descenso de usuarios en el Metro, por medio de la organización de las puertas del vagón utilizando algunas para entrar y otras para salir, además de determinar zonas de espera dentro para evitar empujones y roces entre los pasajeros.
Los encargados del proyecto hicieron un acuerdo con las autoridades del STC para hacer un próximo ensayo en la estación Pino Suárez.
Así mismo, se establecerá un tiempo máximo de espera en cada estación para controlar el flujo en los andenes y el espaciamiento en los trenes. Las pantallas en las estaciones indicarán el tiempo transcurrido desde la partida del último tren y el tiempo de espera para el siguiente.
Los resultados de las simulaciones que ya se implementaron en la Línea 1 resultaron en el ahorro de 166 horas al día tan solo en el total de usuarios en ese tramo.
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