Los edulcorantes artificiales son elaborados por el ser humano, cuyo beneficio es que son más dulces que el azúcar pero con menor aporte energético.
Los edulcorantes artificiales comprenden un mercado de por lo menos 50 millones de consumidores en México.
A pesar de que existe cierta polémica acerca de los posibles daños a la salud que estos podrían provocar, múltiples estudios han demostrado su inocuidad, tal es el caso de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) que consideró que los edulcorantes artificiales son seguros para el consumo; o la Secretaría de Salud, que los ha aprobado para la elaboración de alimentos y bebidas.
Existen 8 diferentes tipos de estos endulzantes, y seguramente conoces algunos de ellos por el nombre de su marca: sucralosa (Splenda), sacarina (Sweet’n Low), aspartame (Equal) y stevia (Truvia).
Una cucharadita de azúcar tiene aproximadamente 16 calorías.
Cada uno tiene diferentes niveles de dulzor y usos distintos. Son populares entre las personas que padecen diabetes o quienes buscan perder peso, ya que estas no contienen las mismas calorías que el azúcar, o incluso no contienen ninguna; y no dañan la sangre.
EnConsumo te decimos cuáles son las diferencias entre cada uno de los edulcorantes artificiales más conocidos:
Splenda (sucralosa)
Es 600 veces más dulce que el azúcar. Puede pasar por el cuerpo sin alterarse y metabolizarse hasta ser eliminada a través de la orina después de ser consumida, es decir, no tiene calorías. De hecho, la sucralosa es el único edulcorante sin calorías que se fabrica a partir del azúcar.
Puede utilizarse en casi cualquier alimento, ya que no pierde su dulzura cuando se le aplica calor, por lo que puede ser horneada o cocinada.
Stevia (truvia)
Es de 200 a 400 veces más dulce que el azúcar. Se deriva de la planta Stevia rebaudiana, cuyas hojas son dulces. A menudo se promociona como un “edulcorante natural”; sin embargo, la planta en sí no se añade a la comida sino sólo un extracto químico llamado rebaudiósido A.
Sweet’n Low (sacarina)
Es de 200 a 700 veces más dulce que el azúcar. Es el edulcorante artificial más antiguo y llegó a convertirse en el sustituto por excelencia del azúcar, siendo utilizado en alimentos, medicina y hasta en la pasta de dientes.
No tiene calorías y también puede utilizarse para cocinar; sin embargo, en algunos líquidos podría tener un sabor amargo o metálico en la boca.
Equal (aspartame)
Es 200 veces más dulce que el azúcar, y a diferencia de otros edulcorantes artificiales, éste sí tiene calorías (tan sólo 2 por paquete). Se trata de una combinación de dos aminoácidos: fenilalanina y ácido aspártico.
Comúnmente se encuentra en productos como goma de mascar, refresco dietético y muchos otros snacks sin azúcar.
Puede perder su dulzor cuando se expone al calor, ya que tiene una tendencia a descomponerse a altas temperaturas.
En resumen…
Hasta ahora no existen estudios que demuestren con certeza que los edulcorantes artificiales provoquen daños a la salud, sin embargo, el exceso en el consumo puede ser perjudicial para la salud, por lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han establecido un índice de consumo seguro conocido como Diaria Máxima Aceptable (IDA) que equivale a 5 mg por kg de peso al día.
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