En el año 2010, una pequeña comunidad veracruzana llamada El Espinal, se vio obligada a lanzar su propia moneda para solventar la falta de dinero entre sus pobladores.
El túmin está basado en el sistema de trueque que se manejaba anteriormente en El Espinal los días de tianguis.
En la actualidad, la moneda no sólo se maneja en la pequeña comunidad totonaca, sino que ya está presente en 16 estados mexicanos.
La palabra túmin significa dinero en idioma totonaco.
Las autoridades del país han intentado varias veces sacar al túmin de circulación. En el 2011 el Banco de México denunció a la moneda ante la PGR, pero esta acción sólo limitó su crecimiento por un tiempo.
El Banco de México argumentaba que la nueva moneda violaba el artículo 28 de la Constitución, en el que se establece el monopolio exclusivo del Estado en la “acuñación de moneda y emisión de billetes”.
La población totonaca denegó la denuncia mencionando que en el artículo segundo de la Carta Magna se garantiza que los pueblos y comunidades indígenas tienen derecho a decidir de manera autónoma su forma interna de organización económica.
La moneda con denominaciones de 1T, 5T, 10T y 20T no genera intereses y fija su atención en los consumidores, no en los productores.
Los creadores del túmin fueron Juan Castro Soto y Óscar Espino, quienes ahora son presidente y secretario del “Mercado Alternativo y Economía Solidaria”, organización que administra el túmin.
Castro y Espino manifestaron que su finalidad al crear la moneda es contrarrestar la crisis económica del sistema capitalista y neoliberal, como parte de una revolución silenciosa y pacífica que se viene dando en el mundo desde hace varias décadas.
El proyecto es impulsado por el Centro de Investigación Intercultural para el Desarrollo (CIIDES), la Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH), alumnos y docentes de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI).
El valor de la moneda indígena es parecido al del peso, pues todos los productos que se pueden comprar con túmin están valuados en pesos.
Pero esta moneda no la puede utilizar cualquiera, para ser socio del túmin se tiene que ofrecer un producto o servicio dentro de la comunidad. Cuando un nuevo socio se inscribe, recibe 500T de forma gratuita.
Los “billetes” del túmin son rectángulos de 5cm por 8cm que inicialmente contenían las pinturas de Diego Rivera y Rufino Tamayo.
En la nueva impresión de billetes se incluyeron imágenes como la “Carita Sonriente”, los voladores de Papantla, la pirámide “El Tajín”, entre otros.
Cada vez que la moneda tiene 100 nuevos socios, se imprime un tiraje de 50 mil túmin.
Un billete de túmin debe de contener los nombres de los tres integrantes de la Comisión Coordinadora, el número de edición y la fecha. También cuenta con un sello y un folio que asegura su autenticidad.
El comerciante de cada comunidad puede elegir si quiere el total del pago en túmin o solamente un pequeño porcentaje (mínimo 10 por ciento).
Comercios de alimento, ropa, cibercafés y animales son quienes aceptan la moneda como complemento del peso, poniendo en sus locales letreros con la famosa frase “Aquí se recibe Túmin”.
Para saber más sobre esta moneda, consulta la página oficial del proyecto o mira el siguiente video del cofundador Juan Castro Soto.
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