El fin de la neutralidad de internet en Estados Unidos

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Aprobada por tres votos contra dos, en el 2015 se estableció la norma conocida como “Neutralidad de la Red” propuesta por Obama para blindar la equidad en internet.

Dicha norma, que obligaba a los proveedores del servicio a tratar a todos los usuarios por igual sin importar su origen o su destino, llegó a su fin el pasado 14 de diciembre de 2017.

Con la cancelación de la norma, los proveedores pueden bloquear o modificar la velocidad del servicio y pueden cobrar tarifas extra por un acceso más rápido a ciertos contenidos.

Las grandes compañías de telecomunicaciones son las únicas que se verán beneficiadas con el fin de la neutralidad, pues la variación de paquetes que ahora podrán ofrecer les hará ganar mucho más dinero.

La iniciativa fue propuesta por Chairman Pai.

Aunque los usuarios no verán el efecto directamente, serán los más afectados. Esto se debe a que las compañías más grandes proveedoras de internet buscarán cargar más dinero a las empresas que necesitan del servicio para funcionar, obligándolas a subir las tarifas de sus propios servicios.

Netflix, por ejemplo, se volverá más caro porque tendrá que pagar tarifas más altas para tener internet de mejor calidad.

Motores de búsqueda como Google también tendrán que pagar más para ofrecer un mejor servicio, pues los proveedores podrían alentar la plataforma o bloquearla, lo que provocará que los usuarios busquen otras opciones.

Los proveedores también tendrán el poder de restringir el acceso a determinados sitios web, favoreciendo sólo a algunas empresas o en beneficio propio.

Otra consecuencia del fin de la neutralidad, es que será mucho más difícil que pequeñas compañías crezcan o que algún creador de contenidos tenga éxito. La única forma de lograrlo será pagando más a los proveedores.

Lo que han dicho las gigantes compañías de internet como AT&T o Comcast es que el dinero que se recaude se invertirá para mejorar sus servicios.

Empresas como Netflix, Amazon, Microsoft, Google, Facebook, Mozilla y Airnbn han expresado su inconformidad en redes sociales y consideran que esta decisión afecta a la libertad de expresión y a la innovación.

Aunque esta acción se haya llevado a cabo en Estados Unidos, tendrá consecuencias globales. Esto se debe a que todas las compañías afectadas controlan una parte significativa de la economía mundial.

El pueblo estadounidense ha demostrado su inconformidad y la primera iniciativa en contra la decisión de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) corrió a cargo de la republicana Marsha Blackburn, quien propuso la Ley de Preservación de Internet Abierto.

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