El Gobierno de la Ciudad de México lanzó al inicio de este mes la aplicación Bache24, la cual permite a los capitalinos reportar baches en las 169 vialidades de la ciudad -incluidos ejes viales, calzadas, avenidas principales y vías de acceso a la ciudad-para que estos sean reparados por una de las cuadrillas antes de 24 horas.
La aplicación tuvo una inversión total de 250 millones de pesos.
La aplicación, disponible para Android y iOS, funciona con Google Maps, permitiendo a los usuarios colocar un pin de la ubicación del bache en el mapa y marcando la dirección automáticamente.
Después solo es necesario tomar una fotografía y reportar el bache. Posteriormente la denuncia es verificada y asignada a una de las 20-25 cuadrillas encargadas cada día de realizar las reparaciones. Una vez reparado el bache, la aplicación envía una notificación al usuario.
Suena prometedor, ¿cierto? Sin embargo, los comentarios de los usuarios de la aplicación no son en lo absoluto positivos. Empezando por que la app solicita información como nombre, apellido, correo electrónico y ¡Número telefónico!
Las anomalías como zanjas, hundimientos, socavones y acocodrilado, entre otros, serán canalizadas a la Agencia de Gestión Urbana al número 072.
Otros argumentan que los reportes deberían aplicar para cualquier defecto asfáltico en las vialidades, dado a que en la plataforma, se menciona que solo aplican los baches considerados como “el deterioro, hoyo o desnivel de una parte de la carpeta asfáltica de rodamiento generado por filtraciones de agua, desgaste vehicular, deficiencias del suelo o pérdida de material asfáltico”.
Uno de los mayores problemas registrados por los usuarios es la restricción de las vialidades, ya que el servicio está limitado únicamente a las vialidades primarias capitalinas.
Varios han expresado que al intentar reportar ciertos baches, su solicitud es rechazada. Quejándose además de que son muchas las excusas para evitar aprobar el reporte.
Algunos se han disgustado por la imposibilidad de tomar fotografías en algunas zonas de la capital, pues parece inviable detener el vehículo en medio del tránsito para tomar una foto al desperfecto.
Mientras que otros han reportado problemas técnicos de la app, ya que esta los ha bloqueado sin motivo alguno.
Definitivamente ésta nueva invención del Gobierno capitalino ha dejado mucho que desear, pero tenemos que reconocer que si sus limitaciones no fueran tan estrictas sería una excelente idea.
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