El cigarro electrónico y la salud

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El cigarro electrónico es un medio para dejar de fumar…

Durante los últimos años ha existido un incremento considerable del uso de cigarrillos electrónicos. Este tipo de cigarrillo es visto como una alternativa a los cigarrillos tradicionales, y en muchos casos son utilizados como ayuda para dejar de fumar.

Los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN)  o cigarrillos electrónicos utilizan un dispositivo calentador para vaporizar una solución a base de Nicotina hasta convertirla en aerosol. 

Existe una amplia gama de productos, y la forma en que se utilizan los dispositivos puede afectar a la absorción de nicotina, que depende de factores como la duración de la calada, la profundidad de inhalación y la frecuencia de uso. 

La popularidad de estos productos se debe a que los cigarrillos electrónicos son utilizados como sustituto del cigarrillos convencionales ya que aportan a los usuarios solamente una cantidad de nicotina necesaria para aliviar la adicción a esta sustancia.

En México, se estima que más de 44 mil personas mueren al año por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco. 

La industria del SEAN  (Sistemas electrónicos de administración de nicotina) parece ser un mercado que esta en auge, ya que en 2014 había 466 marcas y  en 2013 se gastaron en todo el mundo 3000 millones de dólares en el consumo de SEAN y algunos especialistas pronostican que las ventas se multiplicarán por 17 para 2030. 

Pero, ¿Cuáles son los efectos del cigarrillo electrónico en la salud? La OMS

La Organización Mundial de la Salud en 2014 realizó un estudio (que puedes leer dando click aquí) en el que abarca desde el diseño de los SEAN, las modificaciones que los usuarios pueden darle lo más importante, los riesgos sanitarios para usuarios y no usuarios en los cuales destacan los siguientes puntos:

En general: 

  • La capacidad de los SEAN para administrar nicotina al usuario varía ampliamente, desde niveles muy bajos a niveles similares a los de los cigarrillos; en función de las características del producto, el tipo de calada del usuario y la concentración de la solución con nicotina. 
  • La nicotina es el componente adictivo del tabaco. Puede tener efectos adversos durante el embarazo y aumentar el riesgo de cardiopatías. Si bien la nicotina no es carcinógena en sí misma, puede funcionar como “promotor tumoral”. Al parecer, la nicotina participa en aspectos fundamentales de la biología de enfermedades malignas y neurodegenerativas. 
  • Las pruebas científicas son suficientes para advertir a los niños, los adolescentes, las embarazadas y las mujeres en edad fecunda acerca de las posibles consecuencias a largo plazo que el uso de SEAN podría conllevar para el desarrollo cerebral, debido a la exposición del feto y los adolescentes a la nicotina. 
  • El principal riesgo sanitario de la exposición a la nicotina, además de su inhalación, es la sobredosis de nicotina por ingestión o contacto cutáneo. Dado que la mayoría de los países no vigilan esos incidentes, la información es muy escasa. No obstante, informes de los Estados Unidos y el Reino Unido indican que el número de incidentes notificados de intoxicación por nicotina ha aumentado sustancialmente, a la par del incremento del uso de SEAN. El número real de casos es probablemente mucho mayor que el notificado. 

La OMS asegura que algunos de los riesgos sanitarios que corren los usuarios activos de los SEAN son: 

  • Los efectos a corto plazo derivados del uso de SEAN incluyen irritación de ojos y vías respiratorias provocada por la exposición al propilenglicol. Pueden presentarse problemas graves de salud a corto plazo, pero ello ocurre muy raramente. 
  • En vista de la entrada relativamente reciente de los SEAN en el mercado, y del largo tiempo que tardan en aparecer muchas enfermedades de interés, entre ellas el cáncer, no habrá pruebas concluyentes de la relación entre el uso de SEAN y esas enfermedades hasta dentro de muchos años, e incluso decenios. 

Mientras que los riesgos para los usuarios pasivos son los siguientes: 

  • Las personas del entorno están expuestas al aerosol exhalado por los usuarios de SEAN, que incrementa la concentración básica de algunas sustancias tóxicas, y nicotina y partículas ultrafinas en el aire. No obstante, los niveles de las emisiones de sustancias tóxicas, nicotina y partículas de un SEAN son más bajos que los de los cigarrillos convencionales. No está claro si esos niveles más bajos en los aerosoles exhalados se traducen en una menor exposición, como se demostró en el caso de la nicotina. A pesar de los menores niveles de nicotina en comparación con el humo de tabaco ajeno, los aerosoles de SEAN exhalados dan lugar a niveles similares de absorción, según lo reflejan niveles similares de cotinina en suero. 
  • Se desconoce si la mayor exposición a las sustancias tóxicas y partículas en el aerosol exhalado dará lugar a un mayor riesgo de enfermedad y defunción entre las personas del entorno, como ocurre en el caso de la exposición al humo de tabaco. Sin embargo, las pruebas epidemiológicas obtenidas en estudios ambientales revelan que, a corto o largo plazo, la exposición a partículas de cualquier fuente que sean provoca efectos adversos. El nivel inferior de la gama de concentraciones a las que se han podido demostrar efectos para la salud no está muy por encima de la concentración básica, que para las partículas menores de 2,5μm (micrómetro) se ha estimado en 3-5 μg/m3 (microgramo por metro cubico) , y aumenta con la dosis, lo que implica que no existe un umbral de nocividad y que las medidas de salud pública se deberían orientar a lograr las concentraciones más bajas posibles. 

Bajo estos puntos la OMS también ha regulado a través de su informe el uso de los SEAN en lugares públicos afirmando en el punto 41 que: 

  • La expectativa razonable de las personas no es correr un riesgo menor con respecto a la exposición al humo de tabaco ajeno, sino no correr ningún riesgo de aumento de ningún tipo de productos en el aire que respiran, se debería exigir legalmente a los usuarios de SEAN que no utilicen esos dispositivos en interiores, especialmente en los que está prohibido fumar, hasta tanto se demuestre que el vapor exhalado no es nocivo para las personas del entorno y existan pruebas científicas razonables de que no se menoscaba la aplicación de las políticas orientadas a preservar los entornos sin humo. 

En resumen, las pruebas existentes que la OMS realizó revelan que el aerosol de los SEAN no es simplemente “vapor de agua” como se suele afirmar en la mercadotecnia de esos productos. Los SEAN plantean graves amenazas para los adolescentes y los fetos. Además, aumentan la exposición de los no fumadores y personas del entorno a la nicotina y a algunas sustancias tóxicas.

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